Alrededor de 300 personas entre estudiantes, docentes y administrativos, de las facultades de medicina humana y de ciencias químicas de la Universidad Autónoma de Chiapas, participaron en el simulacro estatal con hipótesis de sismo de magnitud 8.2, donde hubo una respuesta favorable.
A las 9 de la mañana en punto sonaron las alarmas instaladas en los edificios escolares, asimismo, el personal que participa en los comités internos de protección civil, hicieron sonar su silbato para alertar la evacuación de los lugares para instalarlos en los puntos de reunión y tener la suspensión momentánea de las actividades escolares.
Tradicionalmente en la Universidad Autónoma de Chiapas, se hacen dos simulacros al año, lo que ha permitido, que la participación y el tiempo de respuesta se vaya perfeccionando, de igual forma, se le ha pedido a la comunidad universitaria que hay que participar responsablemente, ya que son importantes estas acciones para saber qué hacer y cómo conducirse en caso de un sismo real.
Al respecto, Cristian Hernández, integrante del comité interno de protección civil de la facultad de medicina, reconoció la participación de los estudiantes por cuidar los protocolos de protección civil y concentrase en un área segura.
Mencionó que, es fundamental que se trasmita el mensaje de la prevención, hacia los lugares de convivencia como en sus hogares o en otros centros de trabajo, ya que, estar preparados ante cualquier contingencia natural tienen mayores probabilidades para salvaguardar la integridad física.
Comentó que, en este simulacro, hubo pequeñas incidencias como el que el sonido de la alarma no llegó hasta los salones más lejanos, y que hubo un docente que no permitió la salida de los alumnos, quizás por desconocimiento de la actividad del simulacro.
Finalmente se analizó la importancia de seguir fomentando la cultura de la prevención a partir de estos simulacros de sismos, tomando en cuenta que son fenómenos que no se pueden predecir.