En el área donde se encuentra el vehículo espacial, una de las trece regiones candidatas para la misión de la NASA en 2026, podría haber depósitos de agua congelada.
El módulo lunar Odiseo, que el jueves 22 de febrero aterrizó en el satélite y se convirtió en la primera nave estadounidense en posarse sobre la superficie lunar en más de 50 años, se encuentra “sano y salvo”, aunque probablemente se enganchó poco después de tocar tierra y se encuentra ahora de costado.
El director ejecutivo de Intuitive Machines, Steve Altemus, explicó que con base a cómo se distribuye el combustible restante en los tanques de la nave, el equipo piensa que una de sus patas quedó atrapada durante el aterrizaje y el módulo cayó sobre un lateral.
Aun así, Odiseo se encuentra “sano y salvo”, según un mensaje publicado en la cuenta de X de Intuitive Machines, en el que la compañía aseguró que está descargando datos científicos y que la carga solar funciona correctamente.
El equipo espera poder tomar fotografías del módulo para confirmar su posición exacta.
El proceso de aterrizaje no estuvo exento de contratiempos, según se informó durante la retransmisión del evento.
La herramienta de Intuitive Machines que iba a ser usada como orientación durante el descenso no funcionó y la compañía se vio obligada a usar un instrumento experimental de la NASA.
El área donde el módulo aterrizó es una de las trece regiones candidatas para el alunizaje de la misión tripulada Artemis III de la NASA, prevista para septiembre de 2026.
La agencia espacial cree que en esta región inexplorada podría haber depósitos de agua congelada.