El quesero italiano Giacomo Chiapparini, de 74 años, murió después de ser aplastado por miles de piezas de queso Grana Padano en la sala de maduración de su fábrica en Bérgamo, en el norte de Italia, según los carabineros de esa ciudad.
Chiapparini había entrado en la sala de maduración para comprobar el robot automático utilizado para limpiar las piezas de queso durante el proceso de maduración en el almacén de su empresa en la finca donde él y su familia vivían y trabajaban.
Los bomberos localizaron este lunes el cadáver del propietario de la quesería, tras una intensa búsqueda, que comenzó el domingo por la noche, después de que todos los quesos que estaban almacenados se precipitaran y generaran un efecto “dominó”, según detalló la prensa local.
El estruendo del derrumbe puso en alerta al propio hijo del dueño, así como a otros trabajadores, que llamaron a los servicios de emergencias.
El estruendo del derrumbe puso en alerta al propio hijo del dueño, así como a otros trabajadores, que llamaron a los servicios de emergencias.