Ya no les conviene sembrarlo.
En plena cosecha de maíz, el gobierno federal permitió el ingreso de miles de toneladas del grano, afectando a los productores nacionales.
Por cada diez pesos que le invierten a la siembra, sólo sacan ocho pesos, por lo que ya ven otras opciones de trabajo.
Otra de las amenazas que enfrentan los maiceros, es la del crimen organizado que los presiona para que les renten sus tierras, sin que autoridad alguna les ayude a enfrentar esta problemática.