Los equipos humanitarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que se encuentran asistiendo en las tareas de socorro en Turquía y Siria subrayaron la urgencia de incrementar la labor de búsqueda y rescate de las personas atrapadas entre los escombros y de garantizar la llegada de ayuda vital para todas las personas que la precisen.
El portavoz de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Jens Laerke, enfatizó que hay una ventana de aproximadamente siete días en la que se encontrarán sobrevivientes.
“Puede suceder más tarde, pero es realmente crítico que estos equipos internacionales de rescate lleguen lo antes posible”, recalcó.
Los trabajadores en el terreno también advirtieron que la dimensión del desastre causado por el terremoto magnitud 7.8 que asoló a Turquía y Siria la madrugada del lunes crece con el paso de las horas y que magnitud real de los daños aún está por conocerse.
El primer sismo fue seguido horas después por una réplica de 7.5 grados y más de 200 réplicas de menor intensidad.
De acuerdo a informes preliminares, unos seis mil edificios se derrumbaron en Turquía, en tanto que en Siria las autoridades sanitarias dan cuenta de 769 muertos y miles de heridos
El portavoz en Ginebra del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) destacó que el siniestro ocurrió en el peor momento para muchos niños vulnerables que de por sí necesitaban apoyo humanitario.
Si bien Siria vive una crisis debida a trece años de guerra, ahora existe una preocupación especial por los afectados por el terremoto que viven en áreas controladas por la oposición al gobierno en el noroeste del país, ya que se trata de una población que a menudo ha debido huir varias veces a causa de la violencia.
En el mismo tenor, la Agencia para los Refugiados (ACNUR) señaló que la situación es trágica en las diez provincias turcas afectadas por los terremotos.
En algunas de esas provincias turcas el 50% de la gente es ahora refugiada, en tanto que en Siria, el terremoto fue como un “martillazo” para las poblaciones desplazadas sin trabajo y cuyos ahorros se han agotado.