Una falta de cultura vial es lo que impera en la capital chiapaneca, la cual abarca desde el conductor, comerciante hasta el peatón, lo que provoca una serie de anomalías al transitar.
A diario es común observar en los principales cruceros una fila de motocicletas, seguido de los colectivos, taxis, camiones y hasta particular esperando la luz verde para comenzar como una carrera de autos.
La regulación de este tipo de actos lo señala el artículo 70 fracción 10 del reglamento actual de vigente de tránsito y vialidad municipal de Tuxtla Gutiérrez, el cual señala que al detenerse en un semáforo, bocacalle debe dejarse 10 metros aproximadamente para el uso de cruce peatonales, cosa que casi nadie respeta.
“En las principales intersecciones de bulevares , calzadas y bocacalles se encuentran pintadas las cebras, poca gente utiliza ese espacio para cruzar, la mayoría cruza a media calle o donde se le acomode, pero ocurre con los autos lo mismo, se paran donde están estos señalamientos” indicó Adrián Orlando Hernández, coordinado general operativo de Tránsito Municipal.