La palabra tamal proviene del náhuatl tamalli, que significa “envuelto”. Actualmente son parte importante de la dieta de los mexicanos, se consumen en diversas fiestas y celebraciones como bautizos, bodas y posadas; también se pueden degustar sin tener un festejo en particular, sólo por el gusto de saborearlos calientes y con el relleno de preferencia.
De acuerdo con Luis Alberto Vargas Guadarrama, integrante del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM, los atoles y los tamales están entre las preparaciones culinarias más antiguas de los pueblos que incorporaron el maíz a su dieta.
Parten de una de las tecnologías alimentarias más notables de la historia de la humanidad: la nixtamalización. Este proceso seguramente se inició para lograr el reblandecimiento de la capa dura que cubre cada grano de maíz, lo que se logró al remojarlo en agua muy caliente a la que se añadió una sustancia alcalina, cenizas del combustible para producir fuego, las conchas molidas de algunos moluscos y el mineral que conocemos como cal.
Una vez que el grano así preparado se muele, se obtiene la masa de maíz nixtamalizado con la que se preparan los atoles, los tamales y las tortillas.
Los tamales son parte fundamental de nuestra cultura, hoy los vemos como algo adicional, extra, o un agregado; sin embargo, hay que pensar que durante muchos siglos la alimentación de los niños, además de la leche materna, consistía en los atoles, porque les daban energía, era proteína a través del maíz y se nutrían con ello; y no debemos olvidar que también fueron alimentos muy importantes para los ancianos.
Existen alrededor de 500 tipos de tamales en México, desde uchepos y corundas en Michoacán, los nejos de Guerrero, los barbones de Sinaloa, el mucbipollo de Yucatán, el chipilín de Tabasco y Chiapas, los oaxaqueños de Oaxaca y la torta de tamal en Ciudad de México.
Se ha explorado su variada utilización en ceremonias y festividades, entre ellas la Candelaria y los Días de Muertos, además de muchas otras, ya que son ingredientes casi indispensables en los bautizos y primeras comuniones.