Algunos edificios que se consideran íconos en Tapachula, hoy lucen abandonados, a pesar de los millones de pesos que han invertido los gobiernos, estos recursos, tal parece que fueron destinados a la basura, pues no fueron aprovechados o solo fueron motivo de comprobar gastos y tomarse la foto.
Durante el paso del tiempo, el edificio ubicado en la calle central poniente entre 14ª. Y 16ª. Avenida Norte conocido como “El Palacio de los Zopilotes” tuvo un programa de remodelación y rehabilitación en 2010 con el Gobierno de Juan Sabines Guerrero.
Este edificio representativo de Tapachula, fue construido entre 1969 y 1970 por el entonces Gobernador José Castillo Tielmans, el cual tenía una particularidad, ser el primer edificio gubernamental en la ciudad y así fue por muchos años, pero ante la falta de mantenimiento, este inmueble poco a poco fue quedando en desuso.
El 18 de octubre del 2010, el Gobernador, Juan Sabines; el representante del ACNUR en México, Fernando Protti Alvarado; el comisionado del Instituto Nacional de Migración, Salvador Beltrán del Río, y los ministros de Guatemala, Haroldo Rodas, y de El Salvador, Hugo Martínez, inauguraron lo que cambiaría en ese momento a Edificio Consular en Tapachula.
La puesta en marcha del Edificio Consular en Tapachula, para las autoridades estatales significaba que Chiapas tenía una política de atención y apoyo para migrantes, y sobre todo fortalecía los lazos de hermandad con esos países, cuya iniciativa fue aplaudida por el Gobierno del presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Sin embargo, a más de 12 años de este acontecimiento, hoy este edificio luce abandonado tanto en la parte interior como exterior, incluso requiere de una rehabilitación total.
Ahora sólo se usa la planta baja, donde está la Oficialía 03 del Registro Civil, el Sindicato del Ayuntamiento y un cajero automático de una institución bancaria que pocas veces funciona, así también los demás pisos están abandonados, sus cristales se encuentran rotos y sus paredes averiadas, por lo que es urgente que las autoridades inviertan en el mantenimiento del edificio para hacerlo funcional.
Por el estado de abandono, se corre el riesgo de que este inmueble sirva de escondite de delincuentes, como ya ocurrió antes de la primera rehabilitación que hizo Juan Sabines, pues en el primer lustro de este siglo, se llegó a encontrar viviendas habilitadas por los delincuentes.
Este edificio podría ser utilizado para albergar dependencias municipales o estatales en lugar de estar pagando renta de casas que sirven como oficinas gubernamentales, por ello es mejor invertir en el rescate y mantenimiento de este edificio emblemático de la ciudad.
Finalmente, se hizo un llamado enérgico a las autoridades para que este espacio histórico y representativo de Tapachula pueda ser rescatado, invirtiéndole recursos para su mantenimiento y que se le dé un uso adecuado.