Con base en la última actualización brindada a través del Informe Técnico Semanal de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud, en el territorio mexicano continúa el descenso en el número de contagios por viruela símica. El primer registro de la enfermedad fue en mayo de 2022 y con corte al 23 de enero de este 2023 se han identificado a nivel nacional seis mil 280 personas que cumplen la definición operacional de caso probable. De dicha cifra, tres mil 768 fueron confirmadas, 341 se encuentran en estudio y dos mil 171 fueron descartadas mediante prueba de laboratorio.
Si bien los casos se distribuyen en las 32 entidades federativas, los cinco puntos de la República Mexicana con más pacientes son los siguientes:
- Ciudad de México: mil 999 contagios
2.Jalisco: 398
3. Estado de México:356
4. Quintana Roo: 21
5. Yucatán: 166
En más información de los casos registrados hasta el momento, de la distribución por sexo asignado al nacer, se dio a conocer que el predominio es en hombres, con 97 por ciento. Por otro lado, el grupo etario de 30 a 34 años es el de mayor prevalencia, el cual presenta tasa de incidencia de 9.69 por cada 100 mil habitantes.
Aunado a esto, las autoridades sanitarias informaron que se contabilizaron 14 defunciones, de las cuales, cuatro se relacionan directamente con la infección por mpox; dos no se relacionan con esta causa, y ocho se encuentran en análisis por parte de un grupo de personas expertas en infectología y epidemiología para definir si existe asociación causal entre la defunción y la infección por mpox. Los decesos corresponden a 13 hombres y una mujer, quienes durante la atención médica presentaron lesiones compatibles con mpox y que, posterior al estudio de laboratorio, fueron confirmadas.
Los síntomas que se suelen presentar con mayor frecuencia son exantema, mismo que que se identifica con erupción de color rojizo en la piel, y más o menos extensa; fiebre; dolores de cabeza, muscular y articular; inflamación de los ganglios linfáticos; debilidad o fatiga general que dificulta o impide realizar tareas que, en condiciones normales, realiza fácilmente; escalofríos y otros.
La enfermedad tiene una duración promedio de 21 días, y se transmite por contacto directo con las secreciones de una persona enferma a través de mucosas o lesiones de la piel, gotitas respiratorias y objetos contaminados con líquidos corporales. La medida de prevención más eficaz es evitar contacto físico directo con personas enfermas o que se sospecha pudieran tener la enfermedad. El contacto sexual es una actividad que debe tomarse en cuenta, ya que se contagia por contacto muy estrecho entre dos o más personas.