El estudio, que concentró su trabajo en 26 países latinoamericanos y caribeños, reveló que en este 2022 hubo menos personas en zonas rurales sin acceso a internet de calidad en comparación con 2020, cuando había 77 millones, aunque la brecha con las zonas urbanas se ha expandido.
Actualmente, un 79 por ciento de la población urbana cuenta con servicios de conectividad significativa en la región, mientras que en 2020 la cifra fue del 71 por ciento. Pero en las poblaciones rurales el porcentaje fue del 43.4 % este 2022, en comparación con el 36.8 por ciento del 2020.
El estudio concluye que ante la brecha rural persistente son necesarias “acciones decididas y soluciones innovadoras”.
Un grupo de países entre los que se encuentran Argentina, Barbados, Bahamas, Belice, Brasil, Costa Rica, Chile, Panamá, Trinidad y Tobago y Uruguay es considerado como “de alta conectividad significativa rural”.
Otro grupo integrado por Colombia, Ecuador, El Salvador, Jamaica, México, Perú, República Dominicana, Paraguay y Surinam se ubica en la categoría “de nivel medio de conectividad significativa rural”.
El tercer conjunto de países, considerado de “baja conectividad significativa rural”, lo integran Bolivia, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Nicaragua y Venezuela.