Con base en el informe mundial sobre la tuberculosis de 2022 publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que 10.6 millones de personas contrajeron la misma enfermedad durante el 2021, lo que significa un incremento de 4.5 puntos porcentuales en comparación a las cifras del 2020. En cuanto al indicador de defunciones durante el 2021, el organismo de salud expuso que fueron 1.6 millones de personas.
Aunado a esto, en el informe se dio a conocer que en un largo periodo de tiempo es la primera vez que nuevamente se registra un incremento drástico en la cantidad de personas que contraen la enfermedad y que además están infectadas por bacilos resistentes a los medicamentos. Los especialistas de la OMS afirmaron que la crisis sanitaria global por COVID-19 ocasionó “interrupciones en los servicios de lucha contra la tuberculosis en 2021 y afectó especialmente a las actividades encaminadas a controlar la enfermedad”. A lo anterior, se suman conflictos en Europa del Este, África y Oriente Medio que ponen en riesgo a sectores vulnerables.
“Si algo hemos aprendido de la pandemia es que con solidaridad, determinación, innovación y un uso equitativo de las herramientas disponibles podemos superar graves amenazas para la salud. Debemos aplicar esas enseñanzas a la lucha contra la tuberculosis para poner fin a esta enfermedad que ha causado tantas muertes, pero solo podremos hacerlo si trabajamos unidos”, comunicó el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.
En más de las cifras que brindó la OMS se informó que “el número de nuevos casos pasó de 7,1 millones en 2019 a 5,8 millones en 2020. Aunque en 2021 se diagnosticaron 6,4 millones de casos, estamos todavía muy por debajo de los niveles anteriores a la pandemia”. Ante tal escenario, identificaron que “hay más casos no detectados y sin tratar, lo cual da lugar a un incremento de las defunciones y de la transmisión extrahospitalaria de la infección y, con el tiempo, del número de enfermos”.
Por su parte, la Dra. Tereza Kasaeva, Directora del Programa Mundial sobre Tuberculosis de la OMS, explicó: “Este informe aporta nuevos datos de gran importancia y demuestra muy a las claras que es necesario aunar fuerzas y redoblar con urgencia los esfuerzos para reactivar la respuesta a la tuberculosis. Solo así podremos alcanzar los objetivos fijados y salvar vidas. El informe ayudará a los países, los asociados y la sociedad civil a conocer los progresos alcanzados y a preparar la segunda reunión de alto nivel de las Naciones Unidas sobre la tuberculosis que se ha de celebrar en 2023”.