“Ya iniciaron las clases y no tuvimos una respuesta contundente de lo que pasó ese viernes, como mamá tengo miedo de que vuelva a ocurrir algo similar”.
“La fiscalía está recabando toda la información, pero aún no hacen un dictamen. Existe la posibilidad que alguien externo quiera hacerle daño a nuestros hijos”.
Gladis Orozco / Madre de Familia Federal 1.
Estas, son parte de las expresiones de una madre de familia de la secundaria Constitución Mexicana Federal 1, a 18 días de la intoxicación de 34 estudiantes.
Directivos de la institución, Autoridades Sanitarias y la Fiscalía, mantienen un silencio que esconde las causas que originaron este incidente y que puso en riesgo la vida de toda la comunidad estudiantil.
Es más, la Secretaría de Salud, informó a los tutores que se trató de una crisis nerviosa.
“¡Es indignante!, se están burlando de nosotros, porque la Secretaría de Salud dijo que se trató de una crisis nerviosa. Es evidente que todas las autoridades responsables del caso nos está ocultando información”.
Regresaron a clases sin ninguna respuesta, a pesar que la directora se comprometió en reunión con los padres de familia de volver hasta saber qué fue lo que pasó.
“Existe la posibilidad que alguien externo quiera hacerle daño a los estudiantes, que quiera drogar a nuestras niñas, osea, como mamá pienso lo peor al no tener una respuesta no podemos estar tranquilos”.
Ante la falta de información, está mamá hace un llamado urgente a los directivos de la escuela y a las autoridades de la fiscalía a no esconder las causas reales que originaron la intoxicación de alumnos.
“La Fiscalía de Distrito está recabando toda la información, pero aún no hacen un dictamen, es muy urgente, porque también ya hubo estudiantes intoxicados en bochil y en otra escuela de Tapachula”.
De esta situación surgieron 2 problemas, algunos de los estudiantes tienen secuelas de la intoxicación: dolor de cabeza y mareos; también, han sido víctimas de burlas, pues entre los mismos compañeros los han llamado drogadictos; por ello, exigen a la directora y autoridades asuman la responsabilidad de garantizar la seguridad de la comunidad estudiantil, porque este problema puede crecer.